domingo, mayo 07, 2006


Tiovivo C. 1950

José Luis Garci


Un cine para espíritus libres


Para entender y disfrutar del cine de Garci, hay que desnudarse de prejuicios, hay que dejar a un lado toda esa carga política que siembra el poderoso ejercito de medios de comunicación al servicio de la falsa progresía, logrando que muchos ciudadanos militen en un perfecto rebaño que lee (los que leen), escucha, ve, piensa, opina y vota como el Gran Hermano dicta.

El cine de Garci es para espíritus libres, solo desde esa libertad se tiene acceso a la sublime belleza de sus películas.

Tiovivo es quizás la mejor película que se ha hecho en lo que va de siglo. En esta película no hay efectos especiales, en esta película los actores no dicen mierda, ni follar. Tampoco aparece la palabra genial en ningún diálogo. En esta película los actores no hacen aspavientos con las manos ni con los brazos, ni miran al otro con ojos desorbitados como si fueran a asesinarle. Tampoco abren la boca como los peces para hablar. En esta película, los actores interpretan cada uno su papel de forma natural, expresando ternura cuando toca o tristeza o alegria...

Parece claro que la película se inspira en La Colmena, no sé si el gran filme de Mario Camus o directamente en la magistral novela de Cela que, en su momento, dejó las puertas abiertas a una nueva forma de hacer literatura.

Sin embargo, en la cinta de Camus, igual que en la novela de Cela, subyace un mensaje triste y pesimista, mientras que la de Garci, quizás porque transcurre una década después, transmite un cierto optimismo, permite ver un rayo de luz que ilumina el futuro.

Como ya dijo algun crítico, en Tiovivo, a pesar de los tiempos tan sórdidos, la gente sale adelante y vive ya sin esa desesperanza que se percibe en La Colmena.

Podría seguir hablando de la magnífica interpretación de todos los actores, del guión, de la música, de la fotografía, de la luz, de la forma increible que tiene de manejar la luz, creando siempre un ambiente especial en cada escena.

Algún crítico ha dicho de esta cinta que es una obra de arte. Personalmente, desde mi humildad, me adhiero a esa opinión y le pido a Garci que siga con su personal quimera, que no se rinda a convencionalismos dictados desde el poder, que siga esquivando la vulgaridad y que siga regalándonos la maravilla de su cine.

Amen.

milkas




1 Comments:

Blogger Vivero said...

Sobria y elegante prosa, sí señor. Sujeto, verbo y complemento, que decía Azorín --creo-- La película no la he visto, pero tan docta recensión me animará sin duda a hacerlo

12:39 a. m.  

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